Este es uno de los mejores momentos históricos para planificar un viaje a Cuba, la creatividad del sector privado está floreciendo y las grandes empresas extranjeras aún no han cambiado su singularidad. El país se encuentra pues en plena evolución. Mil paisajes por explorar: desde el Viñales rural hasta la metrópolis de La Habana, pasando por la playa de Varadero o Cayo Santa María… toda Cuba es una ola apasionante para cabalgar ahora.
La mayoría de los viajeros se sienten atraídos por las magníficas playas de arena blanca que se extienden a lo largo de la costa norte y las islas vecinas. Maravillosos hoteles de 4 y 5 estrellas con extensas playas donde caminar durante km. Sin embargo, yendo más allá, puedes explorar un mundo totalmente diferente: bosques densos y pantanos habitados por todas las especies endémicas de flamencos, pájaros coloridos e incluso cocodrilos endémicos, plantaciones de café y caña de azúcar y montañas famosas tanto por su historia revolucionaria como por cascadas a las que se puede llegar haciendo senderismo. o camionetas 4×4 y donde podrá tomar refrescantes baños rodeado de una espesa vegetación donde las orquídeas crecen por doquier. Cuba es como un parque natural en el Mar Caribe. Abandona los caminos habituales y descúbrelos.
Lejos todavía de la injerencia moderna, las ciudades coloniales de Cuba no han cambiado mucho desde que los piratas amenazaran el Caribe o los míticos años 60. El ambiente y la arquitectura de ciudades como La Habana, Trinidad, Remedios y Camagüey son muy seductores, con sus magníficas plazas y calles empedradas que hablan del antiguo esplendor y su esplendor gracias a hábiles remodelaciones que han transformado antiguos palacios en lujosos hoteles o Bed and Breakfast. o restaurantes retro que exhiben con orgullo su herencia cultural.
A pesar del embargo y las dificultades, la gente sigue siendo única en su positivismo, caminar por la calle significa recibir apretones de manos, besos, frases amistosas como «¡dime hermano!» Y por lo menos algunas invitaciones para tomar un cafecito o un ron.